La Mazda CX-9 2020 se presenta en su competido segmento con sólidos argumentos como un manejo animado, buena economía de combustible y uno de los mejores interiores de su clase ¿Acaso carece de puntos débiles? La analizamos.
La primera impresión
En junio de 2017, probé por primera vez la actual y segunda generación del Mazda CX-9. Lo recuerdo perfectamente. No solo por haber ocurrido solo una horas después de haber salido del hospital. Sino por la excelente impresión que en mí causó el mayor automóvil que produce el fabricante nipón. A menudo, solo con cerrar una puerta atinas la calidad de construcción del automóvil. La solidez del golpe, el sonido compacto y tupido, te avisan que estas en presencia de un auto bien construido. Así pasó con el Mazda CX-9.
Mazda CX-9 2020
Fabricado en Hiroshima, Japón, la Mazda CX-9 2020 llega este año con importantes adiciones, como la suite de asistencia y seguridad -ahora de forma estándar-, una mayor pantalla para el sistema de infoentretenimiento y las esperadas sillas de capitán, para poder viajar con estilo y comodidad en la segunda fila.
Desde afuera
El aspecto exterior no creo sea de importancia al momento de elegir un auto familiar. Pensado para llevar los niños a la escuela, al supermercado por las provisiones semanales o a excursiones a la playa (cuando nos deje el Covid-19) la ergonomía interior o el ahorro de combustible pesan más a la hora de elegir, pero Mazda sabe bien que, el amor, entra por los ojos.
El Mazda CX9 2020 es muy bien parecido. El diseño del 2016 todavía se contempla elegante. En medio de una turba de SUVs que se disputan la hegemonía de quien destaca más por sus formas agresivas y sobredimensionadas, este Mazda prefiere las curvas acentuadas y esculturales, con un capó atenuado y parrilla armónica y bien dimensionada. La larga distancia entre ejes dilata las esquinas, mientras que los arcos de las ruedas redondas revestidos de negro dramatizan algo las llantas de aleación también negras y de 20 pulgadas. Las encuestas revelan que los compradores de este SUV se sienten muy atraídos por su talante, y especialmente los que lo vean en el color de pintura Soul Red Crystal Metallic, como el de nuestro auto de prueba.
Y por dentro
El Mazda CX-9 2020 puede acoger a siete personas, o seis, como en la configuración que probamos, dotado de dos sillas de capitán con calefacción en la segunda fila. El acomodo en la tercera fila lo recomiendo solo para niños o adultos de poco tamaño, y el espacio de carga con los asientos desplegados es reducido. Este Mazda quizás agradecería unas pulgadas más de largo, pues con 14.4 pies cúbicos de espacio, queda rezagado en comparación con casi todos sus competidores.
La construcción y selección de materiales interiores es excelente, exhibiendo un conjunto que bien podría ser acreditado al refinamiento de un auto más costoso. El paseo es silencioso, y en sentido general, el acomodo aquí estaría a prueba de un viaje prolongado.
Equipamiento y seguridad
Mazda merece encomio pues para el 2020, incluye en todos los modelos CX-9 el paquete de asistencia al conductor i-Activsense. Este conjunto de características de seguridad incluye frenado automático de emergencia con detección de peatones, advertencia de salida de carril y asistencia de mantenimiento en este, monitoreo de punto ciego con alerta de tráfico cruzado trasero y control de crucero adaptativo con capacidad para detener el auto y ponerlo en marcha en caso de conducir en condiciones de tráfico pesado. Un sistema de reconocimiento de señales de tráfico, limpiaparabrisas con sensor de lluvia y la cámara de visión trasera, también están presentes en todos los modelos.
Todos los CX-9 vienen con un sistema de infoentretenimiento bastante intuitivo y fácil de usar. Los modelos Sport tienen una pantalla de 7 pulgadas, mientras que los modelos Touring, Grand Touring y Signature, gozan de dos pulgadas más de tamaño en la pantalla. El sistema puede controlarse mediante la pantalla táctil, o por botones en la consola central, cerca de la palanca de cambios. El software es fácil de navegar y los gráficos, a pesar de ser nítidos, muestran un diseño anticuado y poco llamativo. Luego de haber probado algunos productos de Toyota recientemente, he sentido verdadero alivio al operar Android Auto en el Mazda. La operación es perfecta, no puedo decir menos.
En la carretera
El pequeño motor del CX-9 esconde sorpresas tras los números de rendimiento. En un segmento donde abundan los autos de seis cilindros, un cuatro cilindros turbocargado con 227 caballos de potencia quizás no parezca mucho, pero en la vida real, son suficientes para mover con bastante agilidad al SUV. Colocarlo en modo de manejo Sport adiciona algo más de vigor, pero si aún necesita más, aquí va la sorpresa: si lo alimenta con gasolina premium o magna, podrá gozar de 23 caballos de potencia adicionales.
Las proporciones del CX-9 con centro de gravedad bajo, le premian con una sensación de manejo agradable que adjudicarías a un auto mucho más pequeño. Hay menos balanceo del cuerpo y más atletismo que posiblemente en ningún otro SUV de tres filas. La suspensión es firme pero no incómoda, y la transmisión automática, aunque solo de seis velocidades (con abundancia de transmisiones de 8 y 10 velocidades, 6 ya parecen pocas) reacciona rápido a las demandas, incluso cuando usamos el manejo Sport de forma más agresiva. Condición bajo la cual, muchas veces las transmisiones tienden a dar tirones violentos. El consumo de combustible está entre los más destacados entre los SUV medianos, promediando 23 millas por galón en manejo combinado, unos 10.23 litros cada 100 kilómetros.
Para escoger
El Mazda CX-9 Sport es el modelo de entrada, que por $33,790 ofrecen una interesante combinación de prestaciones y tecnología por el precio, como le suite de seguridad i-Activsense que mencionamos antes. A este nivel extrañará algunas comodidades, como el ajuste eléctrico del asiento, o la conexión con teléfonos inteligentes a través de Android Auto o Apple CarPlay, aunque estos últimos, pueden ser agregados por $200 adicionales.
Por unos dos mil dólares más podría obtener un CX-9 Touring, que suple lo que no trae el Sport, y adiciona tapicería de cuero y pantalla de mayor tamaño. Las sillas de capitán aquí están disponibles dentro de un paquete de $2,100 dólares adicionales, que también incluye sensores de estacionamiento y ventana de techo corrediza.
Concluyen la alineación CX-9 los Gran Touring y Signature, por $41,450 y $46,115 respectivamente. El más caro de los 2020 Mazda CX-9 viene con mejoras de la calidad de los materiales y el diseño interior, incluyendo luces ambientales. El tren motriz es el mismo para todos, mientras que la tracción total u AWD está disponible en todos los modelos, y viene incluida en el CX-9 Signature. Este es uno de los segmentos más pujantes del mercado, con abundantes competidores como el Hyundai Santa Fe, Honda Pilot, Chevrolet Traverse o Toyota Highlander por solo mencionar algunos.
Mazda CX-9 2020, conclusión
El Mazda CX-9 2020 destaca entre la multitud de competidores por un manejo animado, buena economía de combustible, y uno de los mejores interiores de su clase. Sus prestaciones de seguridad no son segundas de nadie, pero queda rezagado cuando comparamos la comodidad de la tercera fila de asientos o su capacidad de carga. Quizá por estos pequeños detalles, las ventas del mayor de los Mazda no sean tan sólidas como esperaríamos. En un segmento donde es difícil sobresalir entre tanta rivalidad, el CX-9 tiene suficientes armas para salir airoso en la mayoría de las comparaciones. Quizás, agregar unas pulgadas más a su estructura lo hagan más apetecible para las familias numerosas.
Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación nacional de periodistas Hispanos y de NWAPA, la Asociación de periodistas automovilísticos del noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes como préstamo por una semana para fines de la reseña. De ninguna manera los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.